domingo, 27 de marzo de 2011

CAPÍTULO XII

Pasaba el tiempo, vivía en Margarita, era una vida cómoda. Me había retirado de robar, estaba equivocado. Por un rencor los demás no eran culpables de mis problemas. Encontré la vida que quería. Tenía tiempo sin ver a mis dos amigos. Un día tuve que ir a Caracas a ver un familiar. Estaba en el hospital Los Magallanes. Allí siempre tenían problemas porque nunca había aparatos para operar. Cuando salgo del hospital, me bajo en Capitolio porque estaban reparando las vías. Camino y me quedo viendo una de esas personas que leen sobre la vida de uno. Me impresionaba que todas las pegara, se acerca una persona a ver. Alguien pega una risa. Volteo.
- Coño, pero si miren quién anda aquí.- Dijo.
- Claro vale, tanto tiempo sin verte.- Eran Daniel y Vicente, los policías.
- Hola, sí ya veo.- Dije.
- No me imaginé que nos viéramos otra vez.- Dijo Vicente
- De pana. ¿Dónde estabas metido vale?- Dijo Daniel
- Me fui.
- No te me vayas. Ya nos vimos y te encontramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario